LA LISTA DE VIRG: BALENCIAGA: El legado del maestro

En el año 2.000, un jovencísimo Nicolas Ghesquière diseñó para la casa Balenciaga uno de los It-bags más aclamados e imitados de todos los tiempos: el Motorcycle. Ese icónico bolso fue uno de los puntos de inflexión para que la firma española retomara su reinado de antaño, que a estas alturas de 2011 es leyenda a la par que actualidad.

Hasta la llegada de Ghesquière en 1997, la firma se mantuvo prácticamente inactiva desde que, en 1968, Cristóbal Balenciaga decidiera retirarse por su incompatibilidad con el Prêt-à-Porter -él solo quería fabricar Alta Costura-. En la actualidad, a pesar de su inevitable incursión en la industria del Prêt-à-Porter, Ghesquière ha sido el único diseñador capaz de otorgar a la casa el lujo, la exquisitez, la elegancia y la exclusividad que creó antaño su predecesor.

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Ese predecesor se llama Cristóbal Balenciaga que, gracias a las exposiciones de 2010 en Bilbao y Nueva York y a su recién estrenado museo en Getaria, consigue alzarse hoy con el título de gran diseñador de todos los tiempos.

Aunque los nombres de Chanel y Dior suenen con más fuerza que el suyo, la realidad es que en los años 50 y 60, Balenciaga superó a ambos en muchas de sus creaciones de Alta Costura y se convirtió en maestro e influyente de artistas como Ungaro, Givenchy y Oscar De La Renta. La razón está en sus innovaciones, en su amor por las líneas arquitectónicas, por la pintura -Zuloaga, Goya, Velázquez- y la cultura española y oriental. Aún hoy es considerado como el máximo experto en costura y tejidos.

El Balenciaga Museoa de Getaria acaba de abrir sus puertas para demostrar que la moda, al contrario de lo que muchos piensan, también es arte. En un recinto ubicado en el pueblo natal del modisto vasco, se pueden ver 90 piezas del creador de forma rotatoria para conservarlas, aunque la colección cuenta con 1200. Allí se puede comprobar in situ el arte de los drapeados y de las líneas puras pero complicadas por su casi ausencia de costuras y cortes a través de vestidos, capas, abrigos, chaquetas y otros complementos.La apertura de este centro de arte es un homenaje a uno de los artistas españoles más importantes del siglo XX; el museo es una clara muestra de que las prendas de Cristóbal son atemporales y eternas. Hoy el legado está en manos de un francés tan elegante y discreto como Balenciaga del que el modisto estaría muy orgulloso.