En realidad Justin no es un cantante, ni un actor, ni un modelo, ni una celebrity... es un icono, una especie de Dios, una fábrica de sueños. Nació en la industria como un niñato con el pelo platino y pendientes de aro y poco a poco ha ido creciendo artísticamente hasta conseguir un lugar merecido.
Ayer, en su nuevo paso por España, esta vez como actor, se disfrazó de chico serio y sorprendió por su saber estar, su cortersía y amabilidad y así mostró una nueva faceta nada convencional. LLamó mucho la atención (en la elección de vestuario) precisamente por no querer llamar la atención y no ensombrecer a sus compañeros de metraje, bastante más anónimos que él. Más acostumbrado que ellos a las cámaras, estuvo muy comedido y correcto. Así lo quiso... no olvidemos que encima de un escenario se come el mundo y, por cierto, como actor, no es que prometa, pero no lo hace nada mal (véase en Alpha Dog -Nick Cassavetes, 2006-).
Aunque claro, hasta Justin tiene un pasado (ver video debajo)...
PD: Cuando llegamos al programa para estar con Justin, me encantó eso de: "Que pase sólo el grupo de Diana". Grande Didi ;)
FOTOS: Virginia Vega (enero de 2004)
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